Características nutricionales y culinarias
El huevo es un alimento sano y muy completo. Es un ingrediente básico en la cocina, de alto valor nutritivo, apetecible, gastronómicamente muy versátil, fácil de preparar, con una excelente relación calidad-precio.
Destaca por su contenido en proteína, colina, vitaminas A, B2, Biotina, B12, D, E, minerales esenciales: fósforo, selenio, hierro, yodo y cinc y un equilibrado contenido en grasas.
Las pautas establecidas por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria para personas sanas indican que el huevo es un alimento recomendable en todas las edades, muy adecuado en las etapas de crecimiento y en casos de necesidades nutricionales especiales, por su estilo de vida o situación fisiológica.
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Consejos para correcta conservación y manipulación
Para su correcta conservación hay que mantener los huevos en condiciones adecuadas de temperatura y humedad del ambiente. La humedad no debe ser superior al 80% y, en cuanto a la temperatura, lo ideal es mantenerlo entre 1 y 10ºC, sin llegar nunca a la congelación. Tan importante como mantener una temperatura adecuada es evitar los cambios térmicos bruscos, sobre todo el salto de bajas a altas temperaturas. Por esta razón es recomendable sacar del frigorífico solo los huevos que vayan a ser consumidos cada vez y no todo el estuche.
Además es muy importante una correcta manipulación para su consumo, algunos consejos para ello son:
• Desechar los huevos con roturas en cáscara y membranas y consumirse bien cocinados y cuanto antes lo que puedan tener fisuras y algún resto de suciedad
• Respetar la fecha de consumo preferente impresa en el envase y guardar los huevos en el frigorífico después de la compra en su propio envase, sacando solo los que se vayan a utilizar en cada momento
• No lavarlos para guardarlos en el frigorífico ya que favorece la entrada de contaminación microbiana del exterior al interior a través de los poros, y que se reproduzca en el período de almacenamiento. Si se detecta un huevo sucio se puede limpiar con un estropajo en seco o con un cuchillo limpio. Lavarlos sólo si se va a utilizar inmediatamente
• No cascar el huevo en el borde del recipiente donde se vaya a batir y limpiar bien el recipiente tras esta operación.
• No separar las claras de las yemas con la cáscara del huevo.
• Higiene y limpieza de las manos y de las superficies, recipientes y utensilios antes y después de cada uso es esencial para evitar la contaminación cruzada en la cocina.
• Cuajar bien las tortillas y mantenerlas en refrigeración si no se consumen inmediatamente.
• No dejar los huevos, ni los alimentos que los contengan, a temperatura ambiente. Conservar siempre en el frigorífico los pasteles, natillas, salsas, etc. y consumirlos en las 24 horas siguientes a su elaboración.
• Conservar siempre en el frigorífico los pasteles, natillas y salsas con huevo, y consumirlos en las 24 horas siguientes a su elaboración.