El Código Alimentario Español define a los "mariscos" como animales invertebrados comestibles, marinos o continentales, frescos o conservados por distintos procedimientos autorizados.
Podemos dividirlos en tres grupos: los crustáceos, cuyo cuerpo está cubierto con un caparazón duro y a veces están provistos de pinzas o antenas; los moluscos bivalvos, con el cuerpo envuelto en una concha con dos valvas; y los cefalópodos o moluscos blandos, que se caracterizan por la ausencia de concha o caparazón externo y cuyo cuerpo en forma de bolsa está rodeado por tentáculos. Son crustáceos el bogavante, el buey de mar, el camarón, los carabineros, el centollo, la cigala, las gambas, la langosta, el langostino, las nécoras o los percebes. Entre los moluscos bivalvos, se encuentran especies como las almejas, los berberechos, los bígaros, los mejillones, las ostras o las vieiras. Por último, entre los cefalópodos se encuentran especies como los calamares, los chipirones, el pulpo o la sepia.
El marisco es el protagonista casi absoluto en las mesas de todo el mundo durante las fiestas navideñas.