Preparación

Trocear los callos y ponerlos en un recipiente con vinagre y sal. Lavarlos después en varias aguas y cocerlos en una cazuela con la mitad del agua. Cuando ésta rompa a hervir, tirarla, volver a cubrir de agua y añadir el tocino, el hueso de jamón, la morcilla, el chorizo, una cebolla picada, los ajos, el laurel, el perejil, la sal y la pimienta.

Llevar a ebullición y espumar, bajar el fuego y dejar cocer muy lentamente durante unas tres horas.

Preparar un sofrito en una sartén con aceite de oliva, la otra cebolla, pimentón y harina. Incorporar el sofrito a la cazuela de los callos y hervir todo junto durante un cuarto de hora.

Servir en cazuelitas de barro.

Los callos están mejor si se hacen algún día antes.